12/31/2010

CHAO CHAO 2010

Este año podría decirse en pocas palabras que estuvo lleno de altibajos, una montaña rusa de 365 días imparable, intermitente, irreparable y de un saborcito ambiguo, agridulce podría ser. De todo pasó. A mí me gusta recapitular, se me hace fascinante y me ayuda a no perder la noción de lo que haciendo; entonces ¿por qué no recapitular el último día? Eso sería lógico dentro de la lógica de las recapitulaciones, aunque cada tanto es bueno hacerlo.

En este año sucedieron cosas: personas que se fueron a ver paisajes lejanos y que extrañamos irreparablemente; adorados seres que prefirieron dejarnos solos luchando en este despelotado mundo para dormir sin límite alguno; algunos que tenemos cerca pero que sentimos en el otro extremo del globo terráqueo y que sin duda, preferiríamos se quedaran allá; nuevos rostros que relucen de alegría corazones románticos y soñadores; remordimientos perdonados con un poco de paciencia y sensatez divina; romances que dolieron largas horas pero que al final sabíamos era mejor dejarlos a un lado para ser realmente felices; sueños, ilusiones, historias, cuentos, películas, amigos, recuerdos, risas, caricias, abrazos, rica comida y muchos besos. Miles de cosas sucedieron incluso en una misma noche, por eso de la fugacidad de los instantes y la fragilidad de las emociones humanas. Cosa maravillosa.

Fue un buen año repleto de aprendizajes, de crecimiento personal y disfrute constante. Nunca faltaron los extremos, las locuras, los disparates, las tonterías y creo, eso fue lo más rico de todo. Agradezco los desagradables momentos tanto o más que los “bonitos”, de ellos aprendí, forme, re-forme, adecué, etc. Mi carácter y entorno, con cosas que pasaban y no tenía muy presente ni valoraba mucho en mi cabeza.

Pero algo es claro, no quiero más, ¡CHAO CHAO 2010! Año de angustias sabias pero ya suficientes para mí. De todo me quedo con lo aprendido, con las sonrisas y las personas que me hacen mejor persona. Con aquellos que me hacen crecer como lo que soy, con lo que tengo, con lo que hay sin pedir ni esperar nada, porque no lo hay. Con este CHAO se quedan las lágrimas, la amargura, las penurias innecesarias por factores alternos y una ceguera que no aportó más que dolor. Bienvenidas sean esas palabras que ayudaron a que todo resultara objetivo y así pudiera salir del abismo más rápido de lo que pude caer. Vivan y sigan junto a mí todos los que comparten y disfrutan como yo reír como dementes desquiciados por cosas tan pequeñas pero que nos hacen inmensamente ricos, a todos los llevaré en esta alborotada cabeza.

Por todo debo agradecer, por todo aprendí. Para el 2011 tengo muchas metas por cumplir, sueños que alcanzar, besos que dar y un amor por entregar.


PD: Sobre mucho dejé de escribir pero eso no dice que no lo pueda hacer, tengo otros 365 días para llenar de letras este pequeño rincón de desahogo.


¡BUENA ENERGÍA!

F.

11/27/2010

En el Rim Café

Melanie está en el balcón de su apartamento escribiendo un nuevo capítulo de la novela que pretendíe publicar. Al lado izquierdo hay una pequeña mesa, sobre ella, un portarretratos con la foto de una pareja. Melanie se queda mirándola y sin poder controlarse deja a un lado el computador y se tira en el sofá mirando hacia la ventana. Abraza con fuerza uno de los cojines color crema que hay a su derecha, cierra los ojos y la vocecilla en su cabeza comienza la masacre.


“A veces me quedo aquí en medio de la nada pensando en los sueños de los que hablamos tantas veces durante esos dos años; se siente amargo pensar sola, era mejor cuando nuestras cabezas se encontraban y fluían los pensamientos a través de ellas. Todavía te espero en nuestro sueño favorito, el que siempre dijimos haríamos realidad, aquél que te conté cuando desperté en la madrugada con una sonrisa cruzando mi rostro entre tus delgados pero fuertes brazos, te besé el cuello con ternura hasta que despertaste y me diste un profundo beso como sólo tú lo puedes hacer. Ese sueño que por lo absurdo que sonaba dio inicio a todo esto, mi absurda iniciativa. Aún voy al Rim Café y pido un croissant con café Colombiano, tu simpático chiste.

Qué frustrante se siente. Qué doloroso es recordarte sentado frente a mí con unos lentes oscuros y esos labios color rosa que me hacían perder minutos valiosos de tu calurosa mirada color miel.

El otro día te vi con ella, es rubia, siempre te gustaron las rubias más que las pelirrojas, aunque tu fantasía era estar conmigo y una francesa. Siempre voy a querer cumplirla. ¿Por qué nos obsesionamos tanto con Francia? Creo que estabamos locos, a lo mejor por eso nunca pasó. Tú querías una amante, yo quería encontrar el amor.

No me gusta verte, aunque lo necesito.

Me duele cuando tengo estos ataques de pánico por pensar que algo malo te pasa o imaginar qué estarás haciendo en este momento, la ansiedad me descontrola y me provoca faltar a mi palabra para saber de ti, más cuando no logro verte por lo menos de lejos... Aunque sea junto a ella, eso resulta mejor que no verte jamás. No sentirte cercano, no extasiarme de ese aroma inigualable que desprendes y al que me aferro para decirme una y otra vez que sí fuiste real, que muchas veces fuimos uno solo; que mis manos tocaron tu rostro, que mi ojos se perdieron en los tuyos y que fueron miles los besos que nos dimos.

Ahora odio los silencios, me lastiman.

Contigo los silencios eran encantadores, ahora me recuerdan una y otra vez que fui yo la que dijo NO tantas veces y por eso, dijiste no poder más; porque deje que te fueras tras unas caderas que estaba dispuestas a manipularte y a obligarte a cumplir cuantos caprichos se les ocurrían. Nunca fui buena para eso.

Pero algo tengo claro, si tanto me duele es porque llegó el final, porque sé que nos perdimos. Sí en algún momento coincidimos en París, te esperaré en el Rim Café con el croissant y una de esas sonrisas que me dijiste tiempo después, te hacían falta en las mañanas.”


Melanie se siente un poco sobresaltada, se cubre el rostro con las manos y respira profundo hasta regular la respiración mientras cuenta hasta diez. Era hora de continuar con la novela si quería publicarla algún día.



http://www.youtube.com/watch?v=T7PX3E_-rwk


F.

11/02/2010

Encuentro falaz

¿Qué podría ser lo que pasa? Frustración, nostalgia, capricho, deseo… ¿Amor? Agh, fue una madrugada maravillosa, fue una de esas pocas en las que los instintos primaban y la poca razón no dejó que todo llegara a extremos.


Y es que no es algo que se pueda premeditar; de la nada las miradas y las respiraciones lentas proponían algo que con una buena dosis de alcohol daban por ganada la partida. Pero ¿quién lo imaginaba? La razón no se había ausentado por completo y los deseos imperaban a los sentidos a que dieran la batalla que habrían deseado y podido ganar. Movimientos bruscos pero certeros, arranques apasionados, miradas penetrantes, besos contra su voluntad, dominación ¡TOTAL! Y nadie se quejaba. A ninguno le importaba estar en un lugar abarrotado de ojos curiosos y deseosos de acción en una madrugada como tantas en aquél lugar. Pero no es para menos, allí hacía lo que le daba la gana, allí reinaban sus ojos y eso era suficiente para aquellas morbosas, prejuicios y reprimidas miradas.


De repente había pasado algo y el tiempo avanzó sin piedad; ya no había gente. El lugar estaba casi desierto pero los deseos jugaban con ese denso humo blanco que rellenaba el sitio. Un par de sujetos se miraban fijamente mientras unos pocos se quedaban escurriendo las gotas de alcohol de cuantas botellas encontraron, aquellos eran testigos ausentes de una mirada, un beso y un taxi con el que fue arrojado un bulto de carne con tal violencia que hacía aumentar paulatinamente su excitada respiración. Entran dos cuerpos que querían ser uno solo y a media lengua indican el destino del viaje prohibido. Llegan a un lugar poco recordado y cada dos pasos hay un abrazo profundo que les llena de fuego y quema la ropa. Agarran como lo que es propio y hacen con ello cuantas cosas podrían inspirarles el alcohol y los deseos dormidos. 

¡Pero cuán mal hacían y poco sabían! 

Pasaban las horas y a las afueras de una puerta jugaban como policías curiosos el uno con el otro. ¡¡¡Sentir, sentir, sentir!!! Era lo único que permitía el momento. Buscaron como locos las llaves de una puerta sin nomenclatura para no ponerle fecha ni al suceso ni al lugar.;no dieron nombres para no condicionar las emociones y sensaciones; no formularon preguntar ni pretendieron respuestas para no pensar en nada más que el momento.


Atravesaron entonces aquél umbral y la oscuridad los cubrió. Unas escaleras se asomaban y poco les importaba; ansias se notaban, manos se mordían, exploraban, sentían, vivían, olían, percibían y observaban mejor que sus propios rostros llenos de inconciencia y morbo. Gemidos sutiles acompañados de sensaciones viajando por su entorno cargado de energía emanada por cuerpos reencontrados y añorados.



El reloj les marcaba las 5:30 am y al final había un poco de control. Decisiones apresuradas y parecía que todo iba a terminar antes de comenzar. El azar daría la solución a un dilema moral por no hacer más daño del que la entrometida razón gritó en medio de un suspiro por un pasado olvidado y bien dolido en un pecho remendado de ilusiones tontas que unos ojos coquetos le lanzaban e invitaban a vivir sin reprimirse, sin ahogarse y sin peligro; unos ojos que querían hacer de esa madrugada lo que en sueños intentaba recrear e insinuaba cada que podía.

¡¡Ay razón traicionera!! ¡¡No te rodees de la nostalgia caprichosa porque parece que fueras como ella!!

Después de dar vueltas y más vueltas entre plumas y pulcritudes, el sueño consoló el fuego que quemaba sus entrañas.



El tiempo, buen enemigo, aniquiló toda esperanzas... Un corazón que pudo ser herido vive ahora ignorante de aquello que no terminaré de relatar porque realmente nunca va a pasar, pero para ellos, fue tan real como releer memorias en las tonadas de una canción.


F.

10/26/2010

Hace tres meses...

Motivada por algo totalmente incoherente y sin sentido… escribiré por qué cerré “SER” y nació “Mónada”.

Resulta que entre todos los sentimientos, emociones y sensaciones que pueden existir, el miedo es de los más poderosos que yo conozco, incluso más que el Amor (para los tontos románticos como yo… a ratos). Como costumbre, re-leo cosas que escribo, eso refresca mi cabeza, para eso escribo, para recordar, mi memoria es terrible y no quiero olvidar cosas, otras simplemente me hacen soñar.
Esa madrugada estaba leyendo relajada escuchando musiquita como siempre y me sentí mal, cada cosa que leía me sabía a mierda, me olía asqueroso y me llené de miedo. Leí tantas cosas que no podía creer que tanta mierda existiera en mi cabeza, me di cuenta que escribía por el simple ejercicio de escribir y que literalmente me importaba un culo lo que decía o cómo lo decía, se volvió rutina escribir (algo que temía) Repleta de todo eso, cerré el causante de todo ellos.

Hace un tiempo todo empezó a ser diferente, fue de esas semanas en las que uno siente que va a superar el umbral, que algo importante está por suceder; ya no es temor sino ansiedad por la expectativa lo que te rodea y te hace sonreír.


Al fin esta semana escribir de nuevo :) y sin pensarlo, Mónada vio la luz en una madrugada fría,  su mundo me acompañará ahora hasta un nuevo arranque lleno de mierda.

F.

7/21/2010

Inolvidable olvido necesario

Un charco sobre sus ojos derramado por un corazón de retazos confundido en el actuar de pensamientos fluctuantes. Los deseos insatisfechos trepaban por la entrepierna abrazando sus caderas y concluyendo con profunda certeza entre sus entrañas; buscaban lo que pocos saben descubrir y manejar, saciando poco a poco y con tal paciencia que ni el más veterano podría soportar el éxtasis del delirante instante.

Pero cuan poca dicha tendría si aquél momento inolvidable trajera amargura en lugar de innumerable placer. La desdicha embriagaría los retazos que poco a poco se desgastarían dejando fosas heladas desprendiendo un hedor enceguecido por los celos. La codicia podría más que la carne y ordenaría detener los latidos en los ojos y cesarían los deseos por no ser un momento inolvidable, al contrario, por ser ahora un olvido necesario.


F.

7/07/2010

Sutil detalle

En sueños borrosos nos encontramos el extraño y yo dejando claras cosas que con fantasmas obstinados no pudimos estar de acuerdo. Pero yo soy más obstinada que los fantasmas. Cada noche de insoportable insomnio y presión en el pecho, los deseo vueltos imágenes ahogan mi memoria y suplican un juego que haga la noche más afable y pasajera.


Más que una adicción o un simple capricho es una sensación que invade todo y no deja nada, como un ladrón de vida, como un vacío dulce al amanecer; porque el alba rompe el hechizo pero no las sensaciones, ella vuela entre recuerdos pero no aquellos que el cuerpo olvida, no con facilidad.


En sueños borrosos aparece el extraño luchando con el fantasma que muere en mi adicción mientras disfruto con él juegos peligrosos provocados por sus ojos y boca.


Eres el extraño de los sueños borrosos, el que parece un sueño pero es más real que el fantasma de mis pesadillas. Sutil detalle.


F.

6/29/2010

Conclusiones de una noche

Tratare de recordar y relatar todo tal y como sucedió.

La noche anterior el desespero se había apoderado de mí y no soportaba un momento más en mi casa bajo la misma rutina: Mi hermana salía a clase de ingles todas las mañanas mientras yo me quedaba durmiendo con mi gato hasta algo más de las dos de la tarde. Me despertaba, iba a comer un poco de cereal para entretener el estómago mientras hacía almuerzo; prendía el computador (¿o la computadora?) para poner un poco de buena música e inspirarme en la cocina. Me bañaba, me ponía cualquier cosa, ella llegaba, comíamos y al pc de nuevo cada una. Lo monótono de las vacaciones.
La noche anterior no podía más, faltaba poco para viajar a la casa de mis padres y quería aprovechar la última semana antes de irme, no quería seguir en esa monotonía y algo más me impulsaba a salir del encierro sofocante de mi cabeza.
Hablamos y concretamos la hora, yo debía salir en la mañana a una cita con el médico de mi hermana menor (que ya estaba de viaje) pero por varios factores nunca llegué a la tal cita; me la pase deambulando por algún lugar que la verdad poco recuerdo. Hice un par de llamadas que me llenaron de recuerdos sonrientes y otra que me amargo el rato, fue más desespero que otra cosa lo que me hizo sentir. Después de eso, caminar hacia la estación más próxima para la cita programada.

Faltaban diez minutos para la hora que ella me había puesto y ya estaba ansiosa. Siempre es así, nos dejamos de ver un largo tiempo y aún así todo sigue igual, como si apenas ayer nos hubiéramos dejado de ver, como si siempre habláramos aunque no sea así. Es mi mejor amiga, con ella crecí, con ella he hecho y deshecho en los últimos ochos años (los contamos) y siempre espero sea así.

Llegó diez minutos después de lo esperado y cuando la vi creo que fue ese pensar que no vendría lo que me dio más felicidad de la que sabía me iba a dar, fue un revoltijo en las tripas que no sabes cómo describir, que no sabes si es bueno o es malo pero que no te desagrada, te parece bonito y te hace sentir bien. Eso me pasó, me sentí feliz, me sentí aliviada de esas últimas semanas de amargura. Nos abrazamos como ocurre en todos los reencuentros, un abrazo de película apretado y con ganas, así como me gustan a mi los abrazos, que uno sepa que se lo quieran dar sin decir palabras, que se sientan en el rincón que hay entre el pecho, el estómago y el corazón.
Caminamos hasta la casa de su novio unas cuantas cuadras. En el camino me fue contando cómo era él y cómo se sentía con esa relación. Escucharla me llenó de una olvidada alegría nostálgica por todo lo que decía, me sentí dichosa de poder compartir con ella aquellos sentimientos y disfrutarlos como antes. Antes de conocer al sujeto en cuestión ya le había dado el visto bueno. Al conocerlo, me terminé de convencer de lo mucho que la quería, de lo feliz que estaba y la alenté a seguir adelante.

Pasaron varias cosas en la tarde. Recordamos momentos nunca antes recordados, hicimos un repaso de los años juntas, de los momentos vividos, los disparates, las canciones, los amores, las peleas, las travesuras, todo por lo que pasa una amistad. Salimos un par de veces y al final decidimos quedarnos allí esa noche. Ella como siempre y para no perder la costumbre quería vino.

Entonces empezamos a hablar del presente.

Me dijo cosas que pocas veces he querido aceptar, por miedo, por cobarde y porque si ella lo dice sí lo voy a escuchar. Hablamos como sólo con ella puedo llegar a hablar de personas que he conocido ahora y de personas que dejé de conocer hace mucho tiempo. De cómo actúo y soy. Dijimos tanto, me dijo tanto, dije tanto y al final solo calle para escuchar atentamente la sabiduría que la noche nos ofrecía. Recapitulamos un par de veces para no perdernos las enseñanzas que un tinto y su cigarrillo querían hacerme entender, si no era precisamente ahogarme.

- Estoy dejando a un lado mi verdadero yo
- Existe una máscara llena de cosas superficiales para entender el resto de la humanidad
- Es más fácil decir estupideces que ser lo complejo que se puede ser
- Por esas máscaras se pierde gente valiosa
- Soy MUY buena alejando a la gente de mi lado
- Tengo miles de miedos, pero el peor de todos es sentirme fuera de mí
- Debo equilibrar mi vida y no empeñarme en pensar sólo en mis estudios
- Ella es como mi conciencia y es la única a la que escucho realmente
- Debo dejar tantos cuestionamientos para ver si logro vivir de alguna forma, preferiblemente de una forma divertida.
- Hace mucho no tenía una charla como esta. Estar sentadas en un balcón: ella con su cigarrillo y un café y yo con la cabeza vuelta mierda
- Cada día la extraño un poco más
- Siempre voy a amar los reencuentros
- Tener un Filólogo esa noche fue interesante
- Fito, Bunbury, Joaquin, Charlie, Draco, Calamaro, Massive, buena vista… Viejos y nuevos amantes que hicieron la noche nostálgica e interesante. Mil gracias por acompañar la velada.
- La noche estaba fría y las luces de las casas se veían realmente bellas desde allí.
- Al amanecer todo volvió como antes pero mucho más afable
- Quiero otra noche como esa.

6/16/2010

Mi buen amigo

¿Sabes qué? Esto me está aburriendo, esto ya no resulta tan interesante ni tan divertido como esa noche en la que nos dio por empezar con todo el cuento. Antes las miradas y las caricias nos hacían sentir, ahora son el resultado de la rutina. Creo que deberíamos tomar un tiempo y esperar a que haga efecto la medicina que nos recomienda la distancia. Creo que nada es real y que tú tampoco lo crees, porque pensamos igual, porque el juego fue entre los dos, no de uno en uno, porque te lo dije con claridad y porque las palabras sobraban al no sonar; aún así todo seguía claro.

No vamos a volver a hablar del tema y te prometo nunca lo mencionaré, porque yo soy así y así sos vos y a ninguno de los dos nos importa realmente.

¿Y sabes qué? Eres una gran persona y buen amigo.

6/08/2010

08, Junio

Hace un buen tiempo no escribo. Hace un tiempo no tengo nada para decir, nada que no se haya dicho ya. Y no, no me las voy a dar de poeta y empezar a enredar las cosas para que suenen bonito y que nadie entienda nada, me estoy proponiendo dejar de escribir para mí y que no sólo yo pueda entender lo que realmente dice pretendiendo dejar a la gente en las nubes con esa unión de letras.

Hace un buen tiempo alguien empezó a escribir sobre cosas que me dejaron sin palabras; pensamientos acompañados por imágenes reales, imágenes de la vida, de todo lo que me rodea y por eso debo decir que las ame profundamente. No es un simple juego estético, no es un simple “quedó bonita, se ve chevere” es más un: Es una chimba porque molesta a los ojos, contrae las entrañas, arruga el corazón y dice lo que hay. Desde que leo imágenes y textos como esos dejé de escribir. Simplemente ya se dice lo que se debe decir y mis dedos no sienten la necesidad loca por plasmar pensamientos. Son mi ojos los inquietos por leer más cosas así, por arrugar las entrañas, contraes el corazón y despertar del ensueño en el que tantas veces me monto. Eso no es malo, pero no puedo vivir ciega a lo evidente.

En esta época no me provoca tanto escribir, me provoca más sentir de otra forma, llenarme de nuevas pasiones y experimentar con la vida. Tengo un nuevo delirio, tengo una nueva meta y una mirada absurda de lo que supongo es mi realidad, quiero explotar eso, quiero ver que se puede sacar de esas nuevas sensaciones creadas por aquellas imágenes y dejarme llevar como siempre.


F.

5/31/2010

Carmen

Carmen, Carmencita, Carmenina, así le decían algunos. Otros le decían Carmín por el color de sus labios. Castaño claro era su cabello y tenía los ojos grises.

A ella le encanta la música y disfruta la sensación que invade su cuerpo al rosarlo con otro mientras juegan con las melodías. No es joven pero tampoco anciana, está en la plenitud del gozar y disfrutar lo que venga con la vida.

Carmen tiene una particular forma de ser, poco le gusta la soledad pero no tolera a todas las personas, menos los tumultos en lugares cerrados (a menos que este con un gentil caballero que la haga vibrar como adolecente y pueda bailar con demencia horas enteras sin pensar en una cosa diferente).

NOTA: Cosas para recordar siempre:

1. Carmen es caprichosa y maniática.
2. Carmen ha ido a muchos psicólogos.
3. Carmen no está loca, es incomprendida.
4. Carmen me cae muy bien.
5. Carmen es mi amiga y la quiero mucho.
6. Quiero ser como Carmen cuando tenga su edad.
7. Debo pedirle a Carmen el número de su último psicólogo.
8. No puedo salir mucho con Carmen.
9. Con Carmen la paso genial.
10. El de la noche anterior, ¿será el novio de Carmen? Es guapo.
11. Debo conseguirme un paraguas.
12. Mi hermoso gato también quiere a Carmen.

Carmen me cuenta cosas muy raras, me habla de la vida como si no fuera a vivir un minuto más, me da consejos que pocas veces entiendo y que rara vez son coherentes y tienen sentido con la conversación.

Carmen no quiere ir más al psicólogo y los psicólogos no quieren que Carmen vaya donde ellos.

Carmen le gusta psicoanalizar a los psicoanalistas.Entre los dos la están volviendo demente.
 
NOTA: Me gustaría estar un día en la cabeza de Carmen y mirar a través de sus ojos, debe ser extraño pero interesante.A lo mejor comprendo un poco sus consejos.

Debería alejarme un tiempo de Carmen.


F.

5/27/2010

Yo sueño con ella cada noche y nada me hace pensar en algo distinto: la quiero, la quiero desde adentro y la vuelvo a querer.
Mi energía se concentra para lograrlo y me lleno de trabajos extras, trasnochadas de otros, dejar de comer en cierto momento para aprovechar la "hora creativa"... y tantas cosas por hacer que esos sueños sean cada vez más reales. Tenerla en mis manos para empelicularme con ella como con las otras que, sin ser mias, por esos segundos de extasis las sentí parte de mí. La quiero ya conmigo para amarla como amo cada una que veo y toco, hacer música con cada fotograma y volverme loca por fotografiar cada pequeña cosa que me hacen tan feliz y que no quiero olvidar jamás... 

Una extensión de mí vuelta melodías visuales expectantes a sentir en silencio una buena compañia.


F.

5/08/2010

Escribir desde el alma y con el corazón o escribir con el corazón y desde el alma?

Preguntas: insensatas, prejuiciosas y estúpidas.
Momentos: incómodos, aburridos y sin trascendencia.
Lugares: faltos de aire y emoción.
Personas: blancas o de tantos colores que al final no se sabe si son ellas mismas o pedazos de ellas.

Días de mil horas y en los que no pasa el tiempo. Uchuva Lounge, la carretera, una cámara, alcohol, relajar la conciencia, un solecito, poca ropa, mucha sed, deseos por doquier; todo y nada, multitud y soledad.

Un sábado, un domingo, un martes en la madrugada. El lunar en su espalda, la cicatriz en la rodilla, lo huequitos en los cachetes, las miradas profundas, unas largas pestañas, la intimidad en las caricias, los besos curiosos…

Un vecino, un amigo, un compañero casual... risas.

La montaña, el lago y silencios.

Vicio, malicia, descontrol e impulsos que no se deben controlar. Cosas que ocurren, cosas que queremos que ocurran, cosa que sólo en sueños ocurren. Miradas, juegos, mucha coquetería, suspiros, dedos dibujando caras, sentires con la oscuridad estrellada; labios, pestañas, cejas, ombligos, pies, muchas manos y más suspiros.

Amaneceres y amanecidas hablando cosas.

Ansias de conocimiento creciendo cada vez más.

Una última mirada, un abrazo penetrante y entregado.

Un adiós.


F.

4/27/2010

Ella había tenido unos extraños sueños sin razón, sueños no tan sueños que sin duda alguna ocurrieron. Ella hablaba con la almohada y le contaba sus historias, el viento celebraba sus grandes aventuras y le pedía lo llevara una próxima vez mientras ella sonreía con encanto. El cielo estaba celoso por no tener atención, pero con una mirada le robó su corazón. 
Un día su madre la encontró frente al espejo haciendo morisquetas y riendo,  al preguntarle no esperó y habló sin temor alguno. Su madre preocupada le dijo al doctor y éste le explico que ella desvariaba y ya no sabía que era real y que no.
Ella dichosa le contó a su bello edredón, la locura de sueño que sin duda vivió y disfrutó.


F.

4/24/2010

Atolondramiento sensitivo

Cuatro paredes, una puerta, un closet, una cama y un espejo amenazando con ser testigo de la incertidumbre plena de la oscuridad. 

Hoy sólo era música lo que pedía a gritos y no la hallaba.

Todavía había luz en el exterior y reflejos jugaban en la cara como puñaladas; una eternidad después terminó la espera y algo sonó. De un género a otro pasaba pero nada ocurría; el desespero empezó a surgir y sucedió por unos segundos… de nuevo nada, falsa alarma. La oscuridad se trago el espacio y no lograba ver con los ojos cerrados, no encontraba la indicada y hoy la necesitaba como nunca.

No quería hablar, sólo quería música, sólo necesitaba sentirla de nuevo en su interior pero ella se negó.

Sabrá esperar de nuevo.



F.

4/18/2010

Sí y No

Pretender dejar mi cuerpo y salir volando por la Antártida buscando razones que no me importan o motivos que no son suficiente. Aborrezco las excusas por dejar a un lado lo verdadero y distraerme de lo importante; por ocultar lo esencial, lo real, lo que se siente y crear un abismo insensible, falto de carácter y de argumentos.

Dejar de ser lo que soy por un instante ensoñado e ilusorio en estado de descontrol y sin sentido, no soy de pensares y formalismos pero tampoco de poco sentido común -por mas que sea el menos común de los sentidos y el más apetecido-. Y no, no es que quiera o no quiera o cuestión de poderes, es que no sé como volverme rígida, no sé como cambiar mis ganas de aire fresco y puro por una bocanada de humo detestable y narcótico. No imagino mis días sin un episodio de frenesí, de enamoramiento profundo y repentino por un día nublado o con absorbente sol; de mil historias en mi cabeza viajando a algún lugar extrañoy sonreír sin motivo aparente. Eso me da esperanza para vivir lo que llamo vida, ese descontrol controlado  que adoro y animo a los demás a arriesgar.

En sueños lo he desdibujo una y otra vez y eso me crea preguntas erróneas, caóticas y superfluas, me llena de ansiedad y me muestra cosas que no sé si me desagradan o me encantan; me cuestiona lo efímero de la vida, lo escaso de la realidad y me impulsa a querer entrar a un estereotipo para no arriesgar la estabilidad que derrocho entre sueños.

Ah! Es que todo lo reducimos a un SÍ o un NO, la vida la simplificamos en lugar de amplificar esos detalles fascinantes. Los absolutos son aburridos, MUY serios para mi gusto y mi forma de beberme la vida, ¿no es mejor degustar un entremés de delirio? Es delicioso cuando probamos y entendemos lo rico que es vivir, explorar y arriesgar.

A ratos nos creemos tan cuerdo, racionales y sensatos que no hacemos nada para disfrutar y divertirnos, me niego a un "Sí y No" más, no quiero simplificar nada para ahorrar tiempo y ocuparme en “cosas que valen la pena” no tengo afán, no estoy en una carrera y no tengo nada por qué correr, me gustan las pequeñas cosas y las voy a disfrutar les guste o no, y si le molesta mucho, vaya corra la maratón y trate de llegar primero si eso le hace feliz, aquí cada uno hace lo que le da la gana y todos contentos.

PD: quejas y reclamos, al fondo a la derecha.


F.

4/08/2010

Esos ojos!!

Enigmáticos... delicioso enigma. Misteriosos, frustrantes, caóticos, fascinantes y deseables... 

En el inicio todo fue así como por no dejar, como muchas cosas en mi vida.
Recuerdo que lo hice por circunstancias que dudo motivarían un acto similar en el presente. Estabas allí y yo muy cerca, te miraba constantemente porque tus ojos lanzaban preguntas a millares y yo observaba silenciosa. Esa vez yo era la sombra y tú el protagonista.
Esos ojos oh esos ojos!!! Castigo para frágil alma, para un débil ser y mi vicio por observar, por codiciar el aprender a ver lo que hay más allá... y tú allí estabas, pero qué podía hacer? Tantas preguntas, tantas que yo pretendía comprender pero esos ojos no permitían, no me dejaban traspasar esa frontera en tu retina y yo lo quería hacer, yo quería responder, yo me sabía una, una solita pero sabía y tú la necesitabas, yo quería que la necesitaras, yo necesitaba eso, yo lo anhelaba… Por eso callaba desde allí y sólo miraba, lo hice durante mucho tiempo, durante años por muchas horas… A veces lo notabas lo sé! Yo hacía como si nada pero nuestros ojos se cruzaban y yo temblaba, temblaba toda, cada parte por dentro y por fuera y me daba risa, siempre me da risa, y cuando tiemblo me da más pero debía controlarme, se suponía no lo sabía, no sabía que tenías esos ojazos en mi diminuto par de botones marrón.

Sabes cuánto me gustaba eso? Sabes cuántas veces busqué ese contacto? Millones...


Me gustaba cuando hacías que temblara del miedo, me daba mucha risa y sentía unas cosqillitas en la garganta que rodaban al corazón y me daba calorcito en las mejillas. Tú no lo sabías, tú no lo sabes y no lo vas a saber, quizá si corro con suerte nunca lo sepas, se perdería la magia, dejaría de ser divertido y ya no tendría sentido. Entonces lo harías porque me gusta o lo dejarías de hacer, no habría misterio en tus ojos ni en los míos, ya no desearía tanto poder verte cada mañana y hacer como que no me importa tu presencia a mi lado.

Si algún día lo sabes finge que no te diste cuenta y sigue el juego, sigue evitando mis ojos cuando te busco insistente, coqueta, pero como si no quisiera encontrarte, sigue con la firme intención de intimidarme y hacer muchas preguntas con esos ojos penetrantes haciendo que quiera desgarren mis entrañas y  tú forzando a la suerte para descubrirme en ese instante, hazlo por favor!!! Te lo pido con la sinceridad que no puedo dejar, y con el deseo que crece a cada paso te pido no me quites el instante de placer que pueden producir un par de ojos misteriosos y unas cuantas preguntas sin respuesta que hacen volar mi cabeza y permiten crear un nuevo mundo cada segundo que avanza. 

No me dejes morir de esa manera, no cortes esa avalancha de imágenes que puedes producir con un vistazo, con un instante, con un simple juego.


F.

4/06/2010

3... 2... 1...

Un bar, eso era todo lo que había. 

La gente parecía desaparecer con cada vistazo que daba, cada giro de su cabeza borraba algo que parecía una persona o los restos de ella. Había un pasillo, sí, ella lo dijo, un pasillo largo muy largo que parecía no tener fin, caminaba por inercia dándole vida propia a su suerte. Una ventana extrañamente baja a un lado, un cuadro borroso, un vaso con leche caliente que formaba con el vapor caras conocidas pero sin querer ser reconocidas.
Ella no sentía nada, eso me contó, que nada parecía ajeno pero tampoco cercano, todo carecía de sentido y hasta ese punto era soportable, siempre es mejor no hacer preguntas que no se quieren responder, eso está claro.
Una sombra se movió y aunque intentó borrarla como todo lo demás no se fue.
Siguió su camino como antes, sus piernas no le pedían permiso para parar o seguir, eran libres y a ella le faltaba carácter y voluntad.
La sombra curiosa la siguió. 
Ella intentó dar la vuelta para ver hacia atrás pero no pudo, no fue capaz y no hubo un segundo intento. 
La sombra la rodeó para asustarla. 
Ella no vio nada. 
La sombre sigue firme en su intención pero no quiere mostrar mucho interés, no quiere que la descubran. 
Ella sigue en lo suyo. 
La sombra al fin logra adelantarse y se esconde. 
Ella va por el eterno pasillo y ve lo que promete ser el final. 
La sombra se asusta al ver lo mismo, no le gusta la luz. 
Ella apresura el paso, me dijo que ahí empezó a sentirse diferente, muy enérgica. 
La sombra trata de detenerla pero no quería que note su interés...

Ella despierta, llama y me cuenta ese extraño sueño.

La sombra no sé dónde quedó, pero ella la ha visto en varios sueños, la sigue pero no le dice nada, la ve desde lejos en otros, siempre está ahí, atenta, cautelosa pero distante, como esperando algo que no se atreve a decir o hacer. 

Ella sigue teniendo sueños extrañamente difusos con la sombra y aún se despierta sin saber qué es lo que quiere.
Siempre llama y me cuenta.


F.

4/02/2010

Recordó mi voz

Hay sensaciones que no se pueden describir y cosas que al ser descritas abarcan tan poco que sentir resulta todo un privilegio.

Las cosas pueden ser borradas, definitivamente sí, pero sólo de la memoria, de la razón, lo consciente; el cuerpo sin embargo es otro cuento. Él siempre recuerda porque vivió y pasó por todo, él siente las caricias, las miradas, el rosar del viento, cada rayo de sol; en el cuerpo se dejan los rastros de todo, cada cicatriz tiene vida propia, cada una cuenta una historia que la memoria puede olvidar, evitar, bloquear, pero el rastro seguirá existiendo.

Ese día escuche esa canción, hace mucho no la escuchaba y la música tiene cierto efecto particular, fundamental y funcional en mí, escoger la adecuada es de vital importancia para tener un buen momento; íbamos en carretera todos y ella tenía sólo eso en su Ipod, no había otra opción que escuchar entonces, yo como siempre tenía mis lentes puestos y ese día me dolían un poco los ojos, tenía la mirada firme en el horizonte apreciando el hermoso paisaje del que me privaba hace algo más de dos meses, es un lugar paradisíaco que podría contemplar aún con asombro, por mas que viví allí diez años; cantamos a todo pulmón varias canciones viejas entre las que sonó la que desde que lanzaron es mi canción, entre risas y como si el tiempo no hubiera pasado gozamos diciendo “no sé Mafecita linda qué es lo que tengo en el corazón que ya no como ni duermo si no pensando solo en tu amor” muchas risas y cantábamos con la letra y con la pista y así con todas.

Llegó entonces la dichosa canción. No fue un pensamiento sino un actuar lo que me impulso a escribir y pensar detenidamente en eso; empecé a cantar como con todas “Me voy dejando todo lo que te di me voy dejando la vida aquí me voy llorando en calma” y todo bien, como mi canción, felicidad y buen ánimo.

“Me voy si en tus bolsillos ya no hay lugar para el amor que te quise dar no volveré a besarte”
y ahí fue, mi garganta se fue cerrando de a poquito y se me quebró la voz “pero no quiero que olvides que yo te seguí hasta el mar y una canción fue el amor que nunca hicimos” y todo se aclaró…

Ese tarde lo recordé después de no hacerlo durante dos cortos años, pero no recordé con caprichosa nostalgia como alguna vez lo hice, no recordé en imágenes ni momentos desagradables y oscuros entre los dos (lo único que hay para recordar), lo recordó mi voz con cicatrices de ausencia y gritando que desaparezca por completo. Me ocupe durante años en borrar su cara de mi memoria que olvidé que el cuerpo es fiel testigo y protagonista de todo; es su turno, ahora él también podrá ser libre de esa prisión a la que me condené por “amor”. Eras él a quién recordaba por la canción, siempre que no se sabe decir las cosas pero se piensa en ello, en algún momento la vida, una veja melodía, un atardecer en la playa, un libro que nunca imaginó leer, en un buen amigo, allí se encontrará la respuesta.

Esa canción lo dice todo, lo fue todo para mí y yo no fui lo suficiente, pero para nada me afecta, dejé que jugara el juego a su manera y yo era una ficha que hacía falta. Pero eso que la ficha despierte a mitad de la partida es complicado de manejar y debe frustrar un poco. “Me voy te amé con todo pero no hay más mi corazón tiene que parar me voy para salvarme” y me alegra mucho decirlo de nuevo. 

Sé que aún puedo crear sentimientos bonitos por alguien, puedo tener ilusiones y anhelos, aunque no me interesa, prefiero seguir como voy, tranquila y cumpliendo de a poquito mis metas, es mejor así por ahora, pero sé que puedo y con eso soy feliz, no requiero de nada más.


F.

3/29/2010

Ella y las goticas

Cuando llueve ella es feliz mirando las goticas rodar por los cristales revoloteando libres, como cuando sonríen los ojos de él a sus espaldas y los abrazos se hacen esperar entre deseos inacabados. Es feliz cuando se forman imágenes con las goticas mientras se resisten a caer desconsoladas por una fría y plana superficie, solas y sin saber que les depara su suerte, sin pensar si seguirán existiendo o si aquél que las vio resbalar con tierna y armoniosa suavidad recordará en un futuro que ella bailó en sus ojos y compartió con él un instante de sensual intimidad.

Ella ama la lluvia, ama esa sensación que despierta en sí cuando la temperatura poco a poco va menguando y siente ese fuerte olor a humedad entrar por sus poros y hace estremecer todo su cuerpo. Es entonces cuando quiere una taza de chocolate caliente y ver una película junto a él, o ella o con los dos, o sola, al final eso resulta ser un formalismo más, la magia realmente empieza cuando sabe va a llover y su corazón late con fuerza pretendiendo salir de su pecho por la ansiedad y así ver las pequeñas goticas en el cristal e imaginar sin limites, sin pensar en tiempo o en razones o en por qué o en preguntas que sin motivos surgen y no son para el momento, nada perturba ese instante, nada cambia esa situación, nadie puede crear eso.

Ella fue feliz hoy con la hermosa tormenta que habitó en la tarde su mirada.


F.

3/22/2010

16-03-10

"Era su ilusión y él no lo sabía, pobre alma agobiada y perdida" Vos...

Fueron suficientes un par de párrafos semanas antes de la conversación para tener una ligera conexión pero inquebrantable.

Por un singular puente y una excusa -que resultó realmente necesaria-, surgió un encuentro de letras y música que se alargó entre gratas sensaciones; tres horas iban y risas se escuchaban, fueron maravillosos y variados los temas que tocamos y como íntimos, muy cercano nos contamos. Qué puedo decir? había química y me sentía bien, a decir verdad, más que bien, me sentí como no me sentía hace varios años.

Había en mí cierto matiz rosa que hizo perfecto el instante.

Sin premeditarlo fue ocurriendo poco a poco, como si pasaran meses o años; me sentía segura a su lado hablando de banalidades pero entre líneas descubriendo lo más íntimo del otro; un deseo intenso crecía por descubrir lo que decía el reflejo en sus ojos, sin usar estrategias para que dijéramos lo que queríamos escuchar del otro; todo fue sincero y de momento, nada planeado, nada pensamos, todo vivido pero con cautela. 

El tiempo se hacía estrecho cuando me miraba y debo confesar, debo decirlo, me gusta... Me gusta él y lo que sentí al conocerlo, no sólo su cabeza, sus pensamientos, su forma de ver la vida y tomarse el mundo.  Suena patético, de hecho es patético, pero yo soy así, patética, irracional, inmadura y de momentos, no necesito pasar toda la vida con alguien para que me guste, nunca voy a conocer toda la vida de alguien, somos de matices y cambiamos constantemente, somos humanos, y ése humano me gustó porque es real, porque siempre fue él, porque no intentó coquetear, porque no pretendía nada, porque simplemente es él y ya, sin máscaras, sin segundas intenciones y con un gran sentido del humor.

Ahora la cuestión es otra, es imposible.

Hay cosas con las que no estoy de acuerdo y que nunca voy a hacer, como por ejemplo, dañar una relación hermosa como la que tiene, ya me lo hicieron una vez y no se siente muy bien... Pero aunque es así, creo que no me siento mal, no del todo, es frustrante sí, pero no para sentirme mal, soy a ratos más positiva de lo que imagino y él llego en un momento interesante de mi desordenada vida.

Me di cuenta que a pesar de todo y pese a lo que podría imaginar, puedo una vez más sentir la vida sin miedo y entrega como antes, como cuando conocí ese tormentoso recuerdo enterrado, ahora sé que aún hay en mí sensaciones que había enterrado con esa situación, él las hizo volver mágicamente y eso me hace sonreír.

Estoy agradecida, estoy contenta, no tengo porqué no estarlo, de nuevo está viva una parte que habían matado y que daba por perdida, cosa que quería olvidar… Retomar ese pedazo de mi alma es ahora dicha para mí, me ayuda a ser un poco más humana, frágil pero fuerte y me ayudará a tomar impulso para vivir con locura y buen ánimo lo que sigue de aquí en adelante.


F.

3/01/2010

2:32 am

- Estoy aburrida

Se nota que lo estás, es por…

- Sí, es por lo que pasó…

Eso no importa, no es tan grave

- Te ha pasado?

No, nunca

- Entonces no lo entiendes…

Claro que lo entiendo, es conmigo con quien hablas, siempre lo entiendo

- No, no lo entiendes, no te ha pasado

Sí lo entiendo, por eso estoy aquí

- No, estás aquí porque te llame y te invite a tomar algo

… Claro que no…

- Lo ves, ni sabes qué inventar para no hacerme sentir “mal”

Deja la tontería, estoy aquí por ti, porque te quiero y te entiendo… deja de estar aburrida…

- .........

Y entonces…

- Aún no lo entiendes….

.........

- Tengo hambre…

Pues come algo

- No quiero cocinar…

Cereal de media noche?

- Y así dices que entiendes…

Entonces explícame, quiero entender…

- Es complicado si no te ha pasado

Me gusta escuchar… por lo menos inténtalo

- Es raro y maluco. Me molesta en ese pequeño sitio... pero no tengo el mapa para llegar hasta él y acabarlo para que no estorbe más…

No entiendo…

- Te dije que no entendías..

Qué fue lo que pasó?

- Ya no está…

Él?

- Sí, ya no era igual que antes… pero fue cosa de los dos, ya no había esa chispa de interés y misterio que nos hacía feliz

Y entonces, por qué estás aburrida?

- Por esa cosita que me da en ese sitio que no sé dónde está, pero me molesta mucho, es como si quisiera que él estuviera aquí, pero no conmigo sino cerquita, a mi lado como antes, como cuando nos hacíamos sonreír y nos sentíamos felices

Eres una caprichosa, déjalo ser libre ahora..

- Yo no lo quiero para mí, y siempre fue libre, siempre fuimos libres…

Ahora sí me perdí…

- Te dije que no lo entendías

Y yo dije que quería entenderlo

- Y la caprichosa soy yo?

Jajajaja vamos! Cuéntame

- Es esa cosita, es como un bichito, está curioso y enérgico en mí y se mueve y revolotea, las veces que lo veo es más intenso y me confunde; y llegan esas sensaciones incansables y los pensamientos, las miradas, las canciones y BUM!! Me da vueltas la cabeza y caigo con fuerza y me duele todo y hay sangre, escándalo, chismosos y él lejos… muy muy lejos, lo más que pueda tratando de evitar todo eso…

Has hablado con él?

- No

Por qué no le hablas?

- No puedo..

Por qué no puedes?

- Él no quiere…

Desde cuando eso es impedimento?

- Desde que me importa…

Mmm… veo…

- Estoy aburrida...

Qué quiere hacer?

- Llorar…

Crees que es lo mejor?

- No... pero es lo que quiero ahora

Llora entonces...


F.

2/15/2010

Sentimientos encontrados indescifrables y aburridos.
Perturbarse por interrogantes ilusorios de un jamás concreto e inexplorado.
Preguntas y más preguntas que a la larga no quieren ser respondidas y menos interpretadas.
Respuestas a quizás, conjeturas y suposiciones pero al final todo igual.
¿Para qué pensar y pensar?
¿Para qué siquiera ver por ver y no mirar y analizar?
La vida es para gozar y disfrutar sin pensar ni limitar, no se hizo para calcular y anticipar lo que la sorpresa quiere presentar... así ¿qué sentido tiene vivir? 
Ambigua estoy y seguiré…


F.

De esos sueños que al atardecer seguirán siendo sueños...

"Lo que pocas veces creemos que pasará y resulta pasando. Los dos nos dijimos entonces que era mejor un saludable “adiós” y por lo tanto definitivo, pero el buen bromas nos regalo un instante del pasado que, como en los cuentos de hadas, al amanecer volviéramos a la realidad. 

No había planes, ni siquiera una idea de lo que se aproximaba. No pensaba en hacer algo diferente que pasar la tarde y noche aburrida enferma en un sofá frente al T.V viendo algún programa estúpido o con suerte una entretenida película. Fue entonces que ella llegó y animó un poco la tarde, pero algo cansada y con pocos ánimos también. El cronograma no había variado mucho. 

Dejada a mí suerte recuerdo una película que tenía en el bolso y que igual debía verla, “dos pájaros de un tiro” pensé y con desgano fui hasta el cuarto, entonces lo que cambió todo: un mensaje en el celular.

“¿Qué tal si te quiero robar hoy?” no pude evitar sonreír y por tonto que suene me sentí unos cuantos años atrás.

No sabía nada de él hace muchos años, nos conocimos y en esa fascinante charla nocturna descubrimos que teníamos más en común de lo que podríamos imaginar, dejándonos llevar un poco, unos cuantos besos furtivos resultaron allí; sabíamos que no nos volveríamos a ver porque debíamos partir en pocas horas, pero antes de eso, dejamos que fueran las miradas, los gestos, las caricias, quienes hablaran por nosotros y dejaran un grato recuerdo de lo que creíamos inexistente. No nos despedimos, el último abrazo fue el adiós, así no habría esa desazón por dejar una parte de cada uno en el otro, sabíamos, siempre nos íbamos a recordar, ya resultaba imposible no hacerlo.

Por eso al ver el mensaje sabía que era él. No sabía qué decir o qué hacer, reacción que sólo él me produce, es ese YO que me encanta pero exteriorizado y miedo me tengo, es el mismo miedo que le produzco yo. 
En el fondo sabía lo qué iba a responder, así que para qué darle mas largas al asunto, los rodeos nunca nos gustaron. Le llamé y lo dijo “¿dónde estás?”. Una pícara risa y ya imaginaba su cara, LO QUERÍA VER YA!! Pocos minutos después estaba en mi casa.

Verlo de nuevo con ese juego de miradas inquietantes y darle un apasionante abrazo -que ya había olvidado- encendió de nuevo un apasionante deseo que había sido apagado por otro igual. Fue casi eterno o eso quería yo, siempre nos dimos y recibimos más del otro en esos abrazos que con un beso o una caricia, como bien lo describía “eso es el desfogue del deseo que nos quema” y razón tenía…

Nos vimos una película, una muy buena película que desde ya se vuelve referente de otro buen sueño, mientras esperábamos a que llegaran los otros y ella se diera los últimos retoques. Me miraba en el espejo tratando de verme decente mientras lo miraba divertida por la cara que él hacía por eso, “dejáte quieta, así te quiero ver” y yo nada más reía y le daba gusto. Al fin salir e ir a un buen sitio para bailar y tomar un par de tragos que armonizaran el momento.
Bailamos hasta que nos echaron del lugar y el ánimo lo teníamos en la cabeza, era impensable ir a dormir ya mismo, así que la casa era la mejor opción. Llegamos y empieza la música. Bailamos, bailamos y muchas risas, uno que otro beso fugaz y casuales miradas y un tequila y otro, una broma por los que ya estaban borrachos y así. Con él siempre fue todo más divertido. Al final, cada uno fue buscando dónde pasar la borrachera y nosotros como si nada; el trago no nos hacía efecto, no cuando sentíamos muchas otras cosas con tenernos cerca… el sofá fue el lugar en el que terminamos tirados, sí, tirados literalmente, porque ya estábamos algo más que cansados, estábamos mamados de tanto bailar, de tanto tomar, de tanto reír, de tanto sentir… entonces llegó el momento de hablar.

Me contó que hizo todo este tiempo, lo mucho que me recordaba, lo mucho que quería verme y me preguntó lo mismo. Hablamos durante tanto tiempo y sobre tantas cosas que parecía la primera vez que hablábamos. Ya para el momento hacía algo de frío y dormir en sus brazos siempre fue agradable. Unos cuantos y largos besos, unas penetrantes y dicientes miradas, unas tiernas caricias sin malicia pero sin bacilar… para después, caer dormidos.

Apenas había amanecido y en el centro de mi pecho sabía lo que significaba, la magia se acabó, el sueño se termina y de nuevo va a desaparecer. Decir que me pone triste sería decir que todo fue estúpido y sin sentido, cosa que no fue, sabía que así terminaba la historia, así son las cosas con él y conmigo, llega y se va, aparece y desaparece. Pero no se fue, no hasta que llegó la tarde.

Fui a comprar algo y antes de salir lo miré. Su mirada me lo dijo todo, de nuevo un adiós hasta que le diera un impulso de volver a mi vida y recordarme y hacerme feliz y volver a desaparecer y confundirse por lo que sentimos y ser de nuevo él, mucho, mucho ser él. Entregarnos de nuevo en un abrazo, sentir cada parte del otro y sellar todo con un beso, una mirada e irme a comprar lo que debía comprar teniendo claro que no lo iba a ver cuando volviera. De nuevo no dijimos nada.

Es difícil pero así lo quiero, así lo conocí y así es él, de esos amores eternos y fugaces, como la vida misma, como todo lo que conozco y todo lo que tengo. No sé dónde estará, no sé por qué volvió, pero es perder el tiempo usar los momentos a su lado buscando una explicación. Nunca fuimos nada a lo que pudiera dársele un título, nunca nos interesó darle un título o un nombre a lo que nos pasaba, sólo sentimos lo que sentimos y nos conocimos mejor que nadie. No fue mucho el tiempo que pasado juntos, pero fue suficiente para los dos.

Fue un lindo fin de semana, fue lindo volver a vivir un sueño que al atardecer siguió siendo un buen sueño.

Hasta que te vuelva a ver querido amigo y me cuentes lo feliz que ha sido tu vida y yo te cuente lo feliz que ha sido la mía. Que encuentres alguien que te haga tan feliz como lo eres conmigo y yo encuentre alguien que me haga feliz como lo soy contigo. Sé que ahora sí es un adiós indefinido, lo sé porque te conozco y me conozco, porque esa mirada y ese beso fueron distintos, ese abrazo fue diferente a la otra vez y me alegro, me alegro por ti y por mí. Llegarán muchos otros buenos sueños no tan sueños e igual de agradables a lo que siempre serás para mí y yo para ti."


Vos.

F.

2/05/2010

Estando allí conocí las razones pero no entendí lo esencial.

Mirándome no sabía que pasaba en mí, ya para entonces no sentía nada, ya no había dolor, ya no había calor, ya no me sentía melancólica, no más angustia, ni amargura, era una especie de limbo, un estado cero donde los minutos no corría ni paraba, era perfecto.

Una curiosa pero extraña perfección...


F.

2/02/2010

Hace dos semanas...

Fueron las mejores dos semanas de los dos meses de vacaciones. 

Cambié, sí cambié y estoy totalmente feliz por ese cambio, porque me conocí un poco más en esas dos semanas, porque ahora me siento diferente, más ligera; la vida la veo y la tomo diferente, al natural! como debería ser siempre. 

Me gusta todo eso que paso, esas madrugadas leyendo y saciando esas ansias de conocer el mundo, de tragármelo, de devorármelo de a pocos o de a montones! me gustaaa estar así, me gusta apreciar las cosas como son y disfrutar la vida. 

Conocer un parte de mí que no quería dejar salir (a lo mejor por miedo a lo que pasara, no sé,) fue GENIAL!! y ya no tengo miedo, ya no le tengo miedo a muchas cosas en esta vida y por eso me voy con toda de ahora en adelante, me voy con lo que tenga y si no tengo igual me voy como si nada, no tengo que perder, así que pa' latnte!! porque ya desperdicié mucho tiempo pensando en cosas que no me dejaban ver la vida de ésta forma, ya bote al carajo oportunidades que pocas veces se dan y en el momento puede que fuera importante o que valieran la pena, pero en el ahora, en la actualidad sé que no era para tanto.

En fin :) estoy feliz por ver la vida así, por sentirme tan parte de ella, de seguir amando las pequeñas cosas que me hacen tan feliz, de volverme loca cuando miro al cielo y recuerdo todo lo que me rodea y me dan más ganas de vivir y de seguir impulsos y hacer realidad las cosas que llegan a mi cabeza;,de EXISTIR cada que siento con intensidad lo que vivo, cada que escucho la guitarra eléctrica de una canción que me hace poner los pelos de punta o acelerar mi corazón y acompasar lo con el retumbar del bajo. 

PURA VIDA! podría decir mi querida escritora :) prestadora de letras cuando se está en apuros de decir lo que se debe decir de la forma que ella sabe debe hacerse. Ah! cuan feliz y tranquila me siento :) y espero ustedes también lo sean, y si no, pues relajados que es bueno no estar feliz a ratos, para disfrutar más esos momentos que te llenan de sensaciones y te hacen sentir vivo! 

Una vez hace varios años escribí una frase que volví a leer hace poco: "Dormir para no pensar, reír para no llorar, soñar para vivir, sentir para existir" y en el momento sólo me sonó raro, no entendí por qué me desperté esa mañana con esa frase dando vueltas en mi cabeza e inconsciente la repetía y la repetía, (ya me tenía cansada a decir verdad), hasta que la escribí y no me mareo más :). Ahora que la leo podría decir que le encuentro un poco de sentido; puede ser esa la razón por la que a veces poco duermo, para pensar más de la cuenta, o por eso a veces duermo tanto y no pierdo el tiempo en cosas que en algunos momentos es mejor no pensar. En definitiva siempre he pensado que si dejo de soñar se me va una parte de la vida que es muy rica y por eso no pienso dejar de hacerlo.

¿Sentir para existir? eso lo entendí hace dos semanas :).


F.

1/20/2010

Néctar de mortales

Calderos de pasión, de deseo, de lujuria… en una noche de luna llena, Las ardientes llamas armonizadas con la brisa caribeña completaban el ambiente perfecto para la ocasión, el momento y lugar para ella.

Su cuerpo perfectamente concebido por el destino era controlado por la naturaleza, esa noche los tambores le rebelarían una verdad absoluta y confusa para su corta comprensión. Empieza el festejo, suena esa vibrante melodía llena de vida y misterio que no se puede controlar.

Ella comienza a sentirse ajena, distante y presente al mismo tiempo, en ella y fuera de sí, la dualidad se apodera del razonamiento. Sus caderas no pueden mas que hacer lo que saben hacer. La brisa comienza una danza oculta en su vientre; comienza suave, lentamente de un lado a otro casi imperceptible, es lento, es rítmico, armonioso, hionótico.
Los sentidos se agudizan, el entorno carece de sentido e importancia en el momento. Cierra sus grandes y profundos ojos, mil cosas pasan en su mente que la poseen y la llevan a un trance de sensaciones. Siente su respiración agitada pero constante; como entra el aire y recorre cada parte de su cuerpo, como pasa por cada pequeño centímetro de su ser y vuelve a salir de ella dejándole un vacío que en pocos segundos vuelve a ser habitado. Los latidos de su corazón hacen juego con el resonar de los tambores, ella lo sabe, ella los siente, BOM BOM BOM! Es delicioso, es placentero pero confuso y sin tiempo de ser pensado, todo va muy rápido.
Su cuerpo empieza a subir de temperatura, ya no es ella quien controla la situación, es la música en ella la que habla, está en cada parte de su cuerpo, entra por cada uno de sus dedos, por cada uno de sus minúsculos poros y ya no puede hacer nada, la controla la pasión que se desata en su interior.
Su mente comienza a agotarse, ya son horas de ese fascinante momento; el tiempo al parecer no está de su lado e insiste en hacer un poco más larga toda esa excitante situación; el sudor de su frente y en su espalda se desliza por su espina dorsal recorriendo su esbelta silueta, el viento la acaricia y aleja de ella cualquier residuo que irrumpa su perfección.

Nada entiende pero no le importa.

No sabe cuanto tiempo pueda seguir soportarlo tanta intensidad, tanto voltaje, tanta carga magnética en sí, pero por ahora, se dejará llevar por lo que siente y no por lo que piensa, saboreando cada sorbo, cada pedazo de ese néctar que mas de dioses fue dado a los mortales para sobrellevar el castigo por aquellos descomunales impulsos.


F.