4/27/2010

Ella había tenido unos extraños sueños sin razón, sueños no tan sueños que sin duda alguna ocurrieron. Ella hablaba con la almohada y le contaba sus historias, el viento celebraba sus grandes aventuras y le pedía lo llevara una próxima vez mientras ella sonreía con encanto. El cielo estaba celoso por no tener atención, pero con una mirada le robó su corazón. 
Un día su madre la encontró frente al espejo haciendo morisquetas y riendo,  al preguntarle no esperó y habló sin temor alguno. Su madre preocupada le dijo al doctor y éste le explico que ella desvariaba y ya no sabía que era real y que no.
Ella dichosa le contó a su bello edredón, la locura de sueño que sin duda vivió y disfrutó.


F.

4/24/2010

Atolondramiento sensitivo

Cuatro paredes, una puerta, un closet, una cama y un espejo amenazando con ser testigo de la incertidumbre plena de la oscuridad. 

Hoy sólo era música lo que pedía a gritos y no la hallaba.

Todavía había luz en el exterior y reflejos jugaban en la cara como puñaladas; una eternidad después terminó la espera y algo sonó. De un género a otro pasaba pero nada ocurría; el desespero empezó a surgir y sucedió por unos segundos… de nuevo nada, falsa alarma. La oscuridad se trago el espacio y no lograba ver con los ojos cerrados, no encontraba la indicada y hoy la necesitaba como nunca.

No quería hablar, sólo quería música, sólo necesitaba sentirla de nuevo en su interior pero ella se negó.

Sabrá esperar de nuevo.



F.

4/18/2010

Sí y No

Pretender dejar mi cuerpo y salir volando por la Antártida buscando razones que no me importan o motivos que no son suficiente. Aborrezco las excusas por dejar a un lado lo verdadero y distraerme de lo importante; por ocultar lo esencial, lo real, lo que se siente y crear un abismo insensible, falto de carácter y de argumentos.

Dejar de ser lo que soy por un instante ensoñado e ilusorio en estado de descontrol y sin sentido, no soy de pensares y formalismos pero tampoco de poco sentido común -por mas que sea el menos común de los sentidos y el más apetecido-. Y no, no es que quiera o no quiera o cuestión de poderes, es que no sé como volverme rígida, no sé como cambiar mis ganas de aire fresco y puro por una bocanada de humo detestable y narcótico. No imagino mis días sin un episodio de frenesí, de enamoramiento profundo y repentino por un día nublado o con absorbente sol; de mil historias en mi cabeza viajando a algún lugar extrañoy sonreír sin motivo aparente. Eso me da esperanza para vivir lo que llamo vida, ese descontrol controlado  que adoro y animo a los demás a arriesgar.

En sueños lo he desdibujo una y otra vez y eso me crea preguntas erróneas, caóticas y superfluas, me llena de ansiedad y me muestra cosas que no sé si me desagradan o me encantan; me cuestiona lo efímero de la vida, lo escaso de la realidad y me impulsa a querer entrar a un estereotipo para no arriesgar la estabilidad que derrocho entre sueños.

Ah! Es que todo lo reducimos a un SÍ o un NO, la vida la simplificamos en lugar de amplificar esos detalles fascinantes. Los absolutos son aburridos, MUY serios para mi gusto y mi forma de beberme la vida, ¿no es mejor degustar un entremés de delirio? Es delicioso cuando probamos y entendemos lo rico que es vivir, explorar y arriesgar.

A ratos nos creemos tan cuerdo, racionales y sensatos que no hacemos nada para disfrutar y divertirnos, me niego a un "Sí y No" más, no quiero simplificar nada para ahorrar tiempo y ocuparme en “cosas que valen la pena” no tengo afán, no estoy en una carrera y no tengo nada por qué correr, me gustan las pequeñas cosas y las voy a disfrutar les guste o no, y si le molesta mucho, vaya corra la maratón y trate de llegar primero si eso le hace feliz, aquí cada uno hace lo que le da la gana y todos contentos.

PD: quejas y reclamos, al fondo a la derecha.


F.

4/08/2010

Esos ojos!!

Enigmáticos... delicioso enigma. Misteriosos, frustrantes, caóticos, fascinantes y deseables... 

En el inicio todo fue así como por no dejar, como muchas cosas en mi vida.
Recuerdo que lo hice por circunstancias que dudo motivarían un acto similar en el presente. Estabas allí y yo muy cerca, te miraba constantemente porque tus ojos lanzaban preguntas a millares y yo observaba silenciosa. Esa vez yo era la sombra y tú el protagonista.
Esos ojos oh esos ojos!!! Castigo para frágil alma, para un débil ser y mi vicio por observar, por codiciar el aprender a ver lo que hay más allá... y tú allí estabas, pero qué podía hacer? Tantas preguntas, tantas que yo pretendía comprender pero esos ojos no permitían, no me dejaban traspasar esa frontera en tu retina y yo lo quería hacer, yo quería responder, yo me sabía una, una solita pero sabía y tú la necesitabas, yo quería que la necesitaras, yo necesitaba eso, yo lo anhelaba… Por eso callaba desde allí y sólo miraba, lo hice durante mucho tiempo, durante años por muchas horas… A veces lo notabas lo sé! Yo hacía como si nada pero nuestros ojos se cruzaban y yo temblaba, temblaba toda, cada parte por dentro y por fuera y me daba risa, siempre me da risa, y cuando tiemblo me da más pero debía controlarme, se suponía no lo sabía, no sabía que tenías esos ojazos en mi diminuto par de botones marrón.

Sabes cuánto me gustaba eso? Sabes cuántas veces busqué ese contacto? Millones...


Me gustaba cuando hacías que temblara del miedo, me daba mucha risa y sentía unas cosqillitas en la garganta que rodaban al corazón y me daba calorcito en las mejillas. Tú no lo sabías, tú no lo sabes y no lo vas a saber, quizá si corro con suerte nunca lo sepas, se perdería la magia, dejaría de ser divertido y ya no tendría sentido. Entonces lo harías porque me gusta o lo dejarías de hacer, no habría misterio en tus ojos ni en los míos, ya no desearía tanto poder verte cada mañana y hacer como que no me importa tu presencia a mi lado.

Si algún día lo sabes finge que no te diste cuenta y sigue el juego, sigue evitando mis ojos cuando te busco insistente, coqueta, pero como si no quisiera encontrarte, sigue con la firme intención de intimidarme y hacer muchas preguntas con esos ojos penetrantes haciendo que quiera desgarren mis entrañas y  tú forzando a la suerte para descubrirme en ese instante, hazlo por favor!!! Te lo pido con la sinceridad que no puedo dejar, y con el deseo que crece a cada paso te pido no me quites el instante de placer que pueden producir un par de ojos misteriosos y unas cuantas preguntas sin respuesta que hacen volar mi cabeza y permiten crear un nuevo mundo cada segundo que avanza. 

No me dejes morir de esa manera, no cortes esa avalancha de imágenes que puedes producir con un vistazo, con un instante, con un simple juego.


F.

4/06/2010

3... 2... 1...

Un bar, eso era todo lo que había. 

La gente parecía desaparecer con cada vistazo que daba, cada giro de su cabeza borraba algo que parecía una persona o los restos de ella. Había un pasillo, sí, ella lo dijo, un pasillo largo muy largo que parecía no tener fin, caminaba por inercia dándole vida propia a su suerte. Una ventana extrañamente baja a un lado, un cuadro borroso, un vaso con leche caliente que formaba con el vapor caras conocidas pero sin querer ser reconocidas.
Ella no sentía nada, eso me contó, que nada parecía ajeno pero tampoco cercano, todo carecía de sentido y hasta ese punto era soportable, siempre es mejor no hacer preguntas que no se quieren responder, eso está claro.
Una sombra se movió y aunque intentó borrarla como todo lo demás no se fue.
Siguió su camino como antes, sus piernas no le pedían permiso para parar o seguir, eran libres y a ella le faltaba carácter y voluntad.
La sombra curiosa la siguió. 
Ella intentó dar la vuelta para ver hacia atrás pero no pudo, no fue capaz y no hubo un segundo intento. 
La sombra la rodeó para asustarla. 
Ella no vio nada. 
La sombre sigue firme en su intención pero no quiere mostrar mucho interés, no quiere que la descubran. 
Ella sigue en lo suyo. 
La sombra al fin logra adelantarse y se esconde. 
Ella va por el eterno pasillo y ve lo que promete ser el final. 
La sombra se asusta al ver lo mismo, no le gusta la luz. 
Ella apresura el paso, me dijo que ahí empezó a sentirse diferente, muy enérgica. 
La sombra trata de detenerla pero no quería que note su interés...

Ella despierta, llama y me cuenta ese extraño sueño.

La sombra no sé dónde quedó, pero ella la ha visto en varios sueños, la sigue pero no le dice nada, la ve desde lejos en otros, siempre está ahí, atenta, cautelosa pero distante, como esperando algo que no se atreve a decir o hacer. 

Ella sigue teniendo sueños extrañamente difusos con la sombra y aún se despierta sin saber qué es lo que quiere.
Siempre llama y me cuenta.


F.

4/02/2010

Recordó mi voz

Hay sensaciones que no se pueden describir y cosas que al ser descritas abarcan tan poco que sentir resulta todo un privilegio.

Las cosas pueden ser borradas, definitivamente sí, pero sólo de la memoria, de la razón, lo consciente; el cuerpo sin embargo es otro cuento. Él siempre recuerda porque vivió y pasó por todo, él siente las caricias, las miradas, el rosar del viento, cada rayo de sol; en el cuerpo se dejan los rastros de todo, cada cicatriz tiene vida propia, cada una cuenta una historia que la memoria puede olvidar, evitar, bloquear, pero el rastro seguirá existiendo.

Ese día escuche esa canción, hace mucho no la escuchaba y la música tiene cierto efecto particular, fundamental y funcional en mí, escoger la adecuada es de vital importancia para tener un buen momento; íbamos en carretera todos y ella tenía sólo eso en su Ipod, no había otra opción que escuchar entonces, yo como siempre tenía mis lentes puestos y ese día me dolían un poco los ojos, tenía la mirada firme en el horizonte apreciando el hermoso paisaje del que me privaba hace algo más de dos meses, es un lugar paradisíaco que podría contemplar aún con asombro, por mas que viví allí diez años; cantamos a todo pulmón varias canciones viejas entre las que sonó la que desde que lanzaron es mi canción, entre risas y como si el tiempo no hubiera pasado gozamos diciendo “no sé Mafecita linda qué es lo que tengo en el corazón que ya no como ni duermo si no pensando solo en tu amor” muchas risas y cantábamos con la letra y con la pista y así con todas.

Llegó entonces la dichosa canción. No fue un pensamiento sino un actuar lo que me impulso a escribir y pensar detenidamente en eso; empecé a cantar como con todas “Me voy dejando todo lo que te di me voy dejando la vida aquí me voy llorando en calma” y todo bien, como mi canción, felicidad y buen ánimo.

“Me voy si en tus bolsillos ya no hay lugar para el amor que te quise dar no volveré a besarte”
y ahí fue, mi garganta se fue cerrando de a poquito y se me quebró la voz “pero no quiero que olvides que yo te seguí hasta el mar y una canción fue el amor que nunca hicimos” y todo se aclaró…

Ese tarde lo recordé después de no hacerlo durante dos cortos años, pero no recordé con caprichosa nostalgia como alguna vez lo hice, no recordé en imágenes ni momentos desagradables y oscuros entre los dos (lo único que hay para recordar), lo recordó mi voz con cicatrices de ausencia y gritando que desaparezca por completo. Me ocupe durante años en borrar su cara de mi memoria que olvidé que el cuerpo es fiel testigo y protagonista de todo; es su turno, ahora él también podrá ser libre de esa prisión a la que me condené por “amor”. Eras él a quién recordaba por la canción, siempre que no se sabe decir las cosas pero se piensa en ello, en algún momento la vida, una veja melodía, un atardecer en la playa, un libro que nunca imaginó leer, en un buen amigo, allí se encontrará la respuesta.

Esa canción lo dice todo, lo fue todo para mí y yo no fui lo suficiente, pero para nada me afecta, dejé que jugara el juego a su manera y yo era una ficha que hacía falta. Pero eso que la ficha despierte a mitad de la partida es complicado de manejar y debe frustrar un poco. “Me voy te amé con todo pero no hay más mi corazón tiene que parar me voy para salvarme” y me alegra mucho decirlo de nuevo. 

Sé que aún puedo crear sentimientos bonitos por alguien, puedo tener ilusiones y anhelos, aunque no me interesa, prefiero seguir como voy, tranquila y cumpliendo de a poquito mis metas, es mejor así por ahora, pero sé que puedo y con eso soy feliz, no requiero de nada más.


F.