5/22/2011

Esta noche...

La pasividad tomó el cuarto principal
Desearía no haber dicho que hiciera esa llamada
Me encantaría haber jugado con mi gato
Obviaría comentarios que para este momento sobran en mi vida
Llamaría a quien realmente me importa y quiero
Mataría pensamientos...
Iniciaría los trámites para irme muy lejos
Reformaría metas para que se cumplieran más rápido

Volvería a ese día y JAMÁS habría dicho lo que dije
Entendí lo que pasaba y en realidad no pasa   
Quería que se acabara antes de que iniciara
No quería verle  

Dejé muy claras mis intenciones
Todo retomó su curso y calma
Las cosas van a cambiar

Esto se terminó, sin empezar…
Voy a olvidar
Seré feliz.

5/13/2011

Viernes 13, 2011 - Mayo

Es increíble ver la metamorfosis que soy, que somos. Más increíbles quienes creen ser inamovibles y son irremediablemente pasmados e igualitarios siempre (o eso piensan). Es rotundamente lunático el hecho de sabernos contradictorios y contradecir eso. Es inaudito saberme como soy y sorprenderme con ciertas reacciones-acciones. 


Las manos me tiemblan, la garganta se me achata y tal y como lo escribió Felisberto Hernández: la cara me llora. Estoy perturbada. Estoy incómoda con lo que está pasando y no quiero discutir más. Lo que quiero es que la cara me deje de llorar, que las manos no tiemblen más, que el corazón deje de latir descontrolado y que los músculos no salten porque sí en los momentos menos apropiados. Los pies debían hacer lo que el marciano muy incómodo me decía, debían salir corriendo bajo la lluvia y dejar que el agua limpiara cualquier herida, como escapando con los relámpagos de la tormenta para que al llegar la calma, todo me supiera a olvido.


Es difícil, mucho más complicado de lo que podría llegar a suponerse eso de complacerse, de ser feliz y hacer lo que se quiere (sentirse todo un tirano egoísta que sólo piensa en sí mismo) más si el espejo te recrimina cada error del que intentas huir; tu reflejo te amenaza con abandonarte, con dejar sola y vacía por seguir atada a miedos e inseguridades. La pelea es reñida, sabes que todo eso es cierto pero no pretendes dejar ese estado de “calma”, de “tranquilidad”, no quieres alterarte, no permites que vuelva la inquietud escandalosa  que acaba con la seguridad que con tanto esfuerzo has adquirido, quieres creerte inflexible, clara de ti misma, sensata y racional… qué estúpido pensamiento.


Soy contradictoria las 24 horas de los 7 días de la semana, no soy bipolar pero eso justificaría muchas cosas de mi vida. Desearía múltiples personalidades para vivir en permanente caos y armonía conmigo misma. Insoportables quienes intenten entenderme y al no poder, me juzgan a su antojo intentando comprender a alguien que no quiere ser comprendido.Patético querer una respuesta para todo.